Compresión de video
La digitalización de vídeo
analógico requiere de mucho espacio donde almacenarlo.
Para que un vídeo digital resulte
fluido necesita alrededor de 25 imágenes por segundo. Si el vídeo no está
comprimido estas imágenes ocuparán 1 Mb, aproximadamente. Si nuestro vídeo
genera una frecuencia de 30 Mbps necesitaremos una capacidad de 1,5 Gb por
minuto.
Códecs de vídeo digital
Existen algoritmos de codificación
que reducen considerablemente el tamaño de los archivos de vídeo, los cuales se
llaman códecs. Su nombre deriva de
las palabras compresión y descompresión. Al igual que en el sonido digital
existen formatos de compresión con pérdida de calidad y sin ella.
Compresión inter-frame e intra-frame
La compresión de los archivos de
vídeo digitales puede realizarse de dos maneras:
· Compresión Intra-frame o compresión espacial: Comprime cada uno de los frames de manera individual sin tener en cuenta
su relación con las imágenes que le rodean. Se basa en la redundancia espacial
y devuelven vídeos con suficiente calidad. El formato por compresión Intra-frame
más extendido es el avi.
· Compresión Inter-frame o compresión temporal: se basa en la similitud temporal entre los distintos cuadros de imagen o
frames. Los archivos resultantes son de menor tamaño ya que desecha mucha más
información. El formato por compresión Inter-frame más extendido es el mpeg-2.
Formatos de sonido:
Los archivos digitales de sonido pueden ser guardados en multitud de formatos, dependiendo de sus características. Existen tipos de formato que comprimen la información y otros que no lo hacen.
Formatos de sonido digital comprimidos: Son aquellos que consiguen una reducción del tamaño de los archivos de audio. Esta reducción puede hacerse con pérdida de datos o sin ella.
Para reducir estos archivos se utilizan unos algoritmos de compresión llamados codecs de audio.
Norma de percepción de ruido:
La norma de percepción de ruido o PNS es el nombre de la técnica que se utiliza para lograr la reducción de un archivo de sonido, es decir, para comprimir el archivo de audio.
Esta técnica se basa en las características del oído humano y en lo que es capaz, o no, de percibir.
Hay ciertas frecuencias que el ser humano no puede oír. A través de la compresión se eliminan estas frecuencias, se potencian otras que escuchamos mejor y se agrupan en frecuencias similares.
La mayoría de programas para comprimir audio permiten ajustar ciertos parámetros para equilibrar la calidad del archivo resultante con su tamaño.
Esta técnica se basa en las características del oído humano y en lo que es capaz, o no, de percibir.
Hay ciertas frecuencias que el ser humano no puede oír. A través de la compresión se eliminan estas frecuencias, se potencian otras que escuchamos mejor y se agrupan en frecuencias similares.
La mayoría de programas para comprimir audio permiten ajustar ciertos parámetros para equilibrar la calidad del archivo resultante con su tamaño.
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